ELLAS, fueron más que mis wedding planner, fueron mis hadas madrinas, porque todo fue fácil, un camino de rosas que recorrieron a mi lado, estuvieron en cada momento para darme la paz y la tranquilidad que tanto necesitaba.

Su trabajo es su pasión, les encanta lo que hacen y eso tiene su recompensa, no hay imposibles para ellas, estas chicas hacen magia.

Ser una novia lemon es lo mejor que hice en mi vida, gracias a ellas siempre recordaré mi boda como uno de los días más felices de mi vida, fue mejor que lo que había soñado. Un millón de gracias siempre.

¡Viva el amor limonero! ?